Toyota ha pasado por tiempos verdaderamente difíciles. Luego del reciente tsunami vivido en Japón, el conocido fabricante japonés no ha bajado sus brazos y por el contrario, ha diseñado una serie de estrategias para experimentar una pronta recuperación.
Reciente se llevó a cabo la junta anual de accionista en las oficinas de Toyota Motor Corp., donde el tema del desastre fué el gran protagnista de la jornada.
El evento comenzó con un solemne momento de silencio por los muertos y desaparecidos de la tragedia del tsunami en marzo anterior. La primera pregunta de los inversionistas fue sobre cómo la compañía iba a responder ante la destrucción.
El ambiente en general era obtimista, interrumpido periódicamente por aplausos, un hecho contrario a lo ocurrido en otras juntas financieras donde los directivos se manifesgban a la defensiva a la hora de responder cuestionamientos por la falla mecánica en varios de sus modelos.
El sismo y tsunami afectaron a proveedores de partes clave en el nororiente de Japón ocasionado retraso en la producción de algunos modelos de vehículos los cuales aún no encuentran un camino a la normalidad meses después del desastre.
Este hecho ha afectado enormemente las ventas de Toyota, la cual no puede tener a completa disposición el catálogo completo de vehículos. La junta de Toyota espera restablecer con toda normalidad la producción antes de que culmine el presente año.
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