Es innegable el cambio drástico de los tiempos. La suma de una serie de factores como la inestabilidad del mercado petrolero, cambios dramáticos en el comportamiento climático y la evolución tecnológica, han llevado a muchos constructores de vehículos a explorar nuevas alternativas motrices para sus productos. Durante el mes de febrero del año 2013, Land Rover anunció el desarrollo de un vehículo de propulsión eléctrica. Abiertamente lo describen como un proyecto en fase experimental, con la premisa de aplicación en el “Edén Project” en St Austell, Conrwall.
Para este laboratorio de indagación al respecto, la compañía seleccionó a uno de sus modelos insignia de todos los tiempos: el Land Rover Defender. Algo que por ahora hasta podría sonar una locura, si se es conocedor de las cualidades tradicionalmente robustas de este longevo vehículo.
Inicialmente el proyecto se lleva a cabo sustituyendo el motor de combustión interna por completo, por un motor eléctrico de 90hp y 330Nm de par. Alimentado por un conjunto de baterías de Litio-on, que le permiten una autonomía máxima de 80 kilómetros.
El equipo de ingenieros que trabaja en este Land Rover Defender Eléctrico, colocó las baterías ocupando la zona correspondiente al compartimiento del motor de combustión interna para obtener un balance en cuanto a pesos y proporciones estimadas. Este equipo eléctrico aumenta el peso en 100kgrs en comparación al propulsado por un motor de mecánica estándar.
Durante estas pruebas el tiempo de recarga de dicha fuente de energía se logra en un promedio de cuatro horas en un tomacorriente de carga rápida, y duplica este tiempo, a ocho horas en un enchufe estándar domestico. Mediciones y resultados aún en análisis.
Como es de esperar, esta investigación se trata no solo de un vehículo de impulsión eléctrica; sino que es un vehículo todo terreno con dicha tecnología y todas las circunstancia que esto implica; es por esto que el Land Rover Defender Eléctrico mantiene la tracción en las cuatro ruedas, el bloqueo del diferencial y el sistema adaptativo de superficies “Terrain Response”. Toda esta búsqueda se da en el marco de objetivos de sostenibilidad por parte de Land Rover; los cuales están visibles con el lanzamiento de plataformas de aluminio presentes en los Range Rover, Range Rover Sport y será aplicado para sus nuevas producciones.
Actualmente el Land Rover Electrico está en una etapa de pruebas en los “terrenos de la vida real”. Es prácticamente un laboratorio rodante; compuesto por un Land Rover Defender Pickup, remolcando un convoy de vagones, en los cuales pueden acomodarse sesenta personas; y está siendo sometido a diferentes inclemencias para obtener los valores suficientes para perfeccionar un vehículo con estas características técnicas.
Es un proyecto precursor que busca ser usado en el proyecto ecológico “Eden Project” y a su vez un “brainstorming” – lluvia de ideas, respecto a la aplicación de la tecnología eléctrica en vehículos todo terreno como sustituto de la tradicional mecánica de combustión interna. En las propias palabras del Sr. Jeremy Greewood, Ingeniero en jefe del proyecto subraya: “…el Defender eléctrico es un vehículo ideal para la sensible ecología del Eden Project, la naturaleza repetitiva de trabajo en proporcionará datos para futuros vehículos eléctricos”.