La reunión efectuada entre representantes de Alemania y la General Motors (GM) no arrogó ningún resultado que permita definir un norte con respecto al futuro de Opel. Las diferencias entre ambas partes se incrementó y todo apunta a una continuación de éstas reuniones después de las elecciones las cuales se realizarán a partir del 27 de setiembre.
Para el miércoles se proyecta una nueva cita entre John Smith, vicepresidente de GM y representantes de Magna. La roptura de las negociaciones giran en torno a un rumor según el cual la automotriz había renunciado a vender Opel. Sin embargo, Smith a negado que esto fuese cierto e incluso ha afirmado la intención de realizar dicha transacción en el menor tiempo posible.
Los trabajadores de Opel no tardaron en reaccionar ante dicha noticia. En un comunicado de prensa, el presidente del comité de empresa, Klaus Franz, advirtió sobre el cierre de plantas sobre todo en España y Gran Bretaña en el caso de que GM no se desprenda de Opel. “GM no puede mantener Opel. Con 3.000 millones (cifra determinada por GM) esta empresa no puede sanearse de manera sostenible”, dijo Franz a dpa en referencia a la información de la prensa estadounidense, según la cual los fondos provendrían del gobierno estadounidense y de sus pares de España y el Reino Unido, entre otros.
En caso de que GM no se desvincule de Opel, también el sindicato IG Metall anulará el acuerdo con la empresa sobre el aumento de sueldos diferido y los pagos únicos.
Otro factor conocido hoy sin duda es que GM tiene en el consejo de administración fiduciaria de Opel más fuerza de lo que hasta ahora se había supuesto, y está en condiciones de bloquear una decisión.
Hasta ahora se consideraba que tras una recomendación del consejo de administración de GM, ya sea a favor de Magna o de RHJI (los dos interesados en quedarse con Opel), los representantes alemanes en el consejo fiduciario tendrían la última palabra.
Ahora se sabe que no: el consejo de administración de Opel controla el 65 por ciento de las acciones de la automotriz, y en él tanto Alemania como GM tienen dos votos. Otro tanto tiene GM, que por su parte posee 35 por ciento restante del paquete accionario.
Aunque debería desempatar el voto el presidente del consejo fiduciario, Fred Irwin, se supo que no está facultado para votar hasta noviembre, y el lapso puede extenderse si las garantías estatales asignadas a Opel no se agotan.