En la actualidad, tomando en cuenta las eras vividas en la industria automotriz, contamos con una buena cantidad de autos antiguos en el parque vehicular mundial. Muchos de ellos son sobrevivientes, otros son heridos en el cumplimiento del deber y otros que fueron muertos y han sido resucitados.
Es cierto que muchos autos antiguos no se encuentran en las mejores condiciones, pero muchos otros tienen completas sus facultades, funcionales al 100% y pueden seguir disfrutando de paseos, trabajos, dando “guerra” y alegrías.
Sin embargo en muchos países se están gestando iniciativas para implementar estrictas regulaciones arriesgando la operabilidad en carretera de estas maquinas históricas. No cabe duda pues efectivamente es importante que dichas antigüedades estén en el mejor estado posible, sobre todo técnicamente. Con los sistemas de frenos, dirección, eléctrico y motor, operando de manera correcta, por seguridad de los ocupantes y de los otros vehículos y peatones.
Hay que tomar en cuenta que los mas grandes interesados en que sus autos antiguos estén de la mejor forma son sus propios dueños y que están en la mayor disposición de preservar sus maquinas y por supuesto harían hasta lo impensado por evitar cualquier situación que ponga en riesgo su propiedad.
Es por esto que sería valioso crear una cultura de preservación y no una formación de prohibición. El censurar este tipo de vehículos en carretera, coarta la información cultural. Los autos antiguos son historia viviente que la ilustran a cabalidad. No son piezas de museo. Son vehículos autónomos que su esencia es la de surcar las carreteras.