¡Calma, calma! a todos nos puede pasar.

Es un lindo final de un día con la rutina de trabajo habitual, llega el momento de abordar el vehículo para finalmente regresar a casa. Sentarse cómodamente, colocarse el cinturón de seguridad, arrancar el auto,  seleccionar una buena estación de radio, o bien poner a sonar nuestro “playlist” personal desde nuestro reproductor mp3 son parte de los rituales para asegurar una atmosfera insuperable en ese regreso.

Estando en la carretera, afuera, una selva de vehículos, cada uno de ellos luchando por ser el más fuerte, rapido  y  hábil para  “colar” en las largas y lentas filas. Claro, a este momento vamos sobre llevando todo eso  disfrutando de nuestra música favorita, con ventanas cerradas, minorizando los sonidos de bocinas, motores o bien los  gritos de algún conductor alterado.

Siempre cuidando y manejando a la defensiva, y respetando toda la señallización y Leyes de Transito, de manera impecable, con muy buen animo al volante. Sin embargo, salido de la peor de las pesadillas, aparece un gigante de las carreteras, un trailer el cual no vemos e impacta con nuestro cuarto izquierdo trasero del vehiculo, arrastrandolo varios metros  hasta dejarlo contra un caño o borde la acera. Durante un escenario como ese, podrían ocurrir las mas variadas reacciones,  ya sea  desde el pánico, una ira incontenible o bien  una preocupación variada.  Después de auto valorarse,  lo mejor es tomar fuerzas y sobre todo mucha calma. Todo esto teniendo en claro  si  la culpa presuntamente fue  del trailer, hay que proceder se procede a llamar  a las autoridades respectivas, (policía de transito)  para  el debido parte,  reconstrucción de los hechos y el respectivo informe. Igualmente llamar a la  compañia de seguros, para  la correspondiente crónica de lo sucedido,  apelando al uso de la respectiva póliza.  No tiene sentido, discutir o llegar a algún enfrentamiento con la otra persona  por lo ocurrido.

Posteriormente, si es del caso, se conversará con el otro implicado. Y bueno, después de todo esto, sin más remedio, habrá que estimar los daños en el vehículo, y si quedó apto para seguir circulando, o si se necesitará de alguna asistencia de remolque. Es conveniente tener presente, que algunas aseguradoras, o emisoras de Tarjetas de Crédito, brindan el servicio de Asistencia en Carretera, grúas y remolques incluido en el Contrato y que eventualmente se pueda contar con ese servicio, ayudando en un momento apremiante como este.

Realmente lo anterior es una situación  no deseable para nadie y esperemos nunca se de. Pero si llegara a suceder algo como esto, sobre todo tener un poco de calma. Esto nos sirve ante todo para  recordar circular con todas las medidas de seguridad  (cinturones de seguridad, luces en caso de haber obscuridad, neblina, escobillas en caso de presencia de lluvia), respetar las señalización y las leyes de tránsito. No olvidar siempre conducir a la defensiva, previendo lo que puede suceder mientras se conduce.

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